Los atardeceres en África son, por si solos, una razón más que poderosa para hacer un safari. Tiene algo que hechiza, una magia y un aura especial para todo aquél que los contempla. El sol se pone muy rápidamente y la luz y los colores cambian a cada segundo.
Por muchas fotos que colgase o muchas palabras que dijese no podría acercarme a las sensaciones que producen, pero vayan unas fotos de un atardecer en Serengeti, que vivimos el último día de safari, subidos a un Kopjke y tomando una Serengeti Lager bien fría…