“…Abriendo caminos en Loita, y es que teníamos un conductor genial, Naphtali, del que guardo muchas fotografías mentales llenas de sonrisas y bromas. Conocer a los masais, tribu que aunque no haya aportado ningún tremendo avance a la humanidad, te conquistan por su sentido del honor, valentía y el gran corazón que poseen.
Nuestro campamento en Loita Hills, al sol de la mañana
Ver estrellas desde el circulo alrededor del fuego formado por la familia (cualquiera que comparta un safari así, pasa a ser familia de uno) y aceptar una taza de Chai que te ofrece un antiguo morani. Historias de cacerías a la luz de la luna y despertares al alba a ritmo de aullido de Hiena.
Esta es mi experiencia, que les puede haber gustado o no. Ahí yo, ya no me meto. Pero si puedo decir, que sin lugar a dudas, este viaje ha sido, uno de los mejores viajes de mi vida. Hay viajes que te enseñan como de grandiosa puede llegar a ser la naturaleza, hay viajes que te abren la mente y te invitan a vivir.
Africa y sus paisajes, y sus tribus y sus colores, permanecerán en mi memoria por siempre, y cada vez que quiera escapar, pongamos que de un atasco de coches infinito en alguna urbe contaminada, solo tendré que cerrar los ojos, y volver a allí. Volver a Africa.”
Amarulas junto al fuego de Nakuru
Hola. noleo todo lo que escribes… porque me quedo prendada de las fotos, enviame alguna..me gusta la del anciano o la del antilope jirafa.gracias por compartir esta experiencia. saludos muchos saludos Silvia
http://www.lectorasesenta.blogspot.com