Hay algunos lugares únicos en la Tierra que todo amante de la Naturaleza, como en una peregrinación, debería visitar al menos una vez en la vida. Los cursis ya se han encargado de clasificarlos con títulos como “Las 7 Maravillas Naturales del Mundo”. Estos lugares son únicos por paisaje, por su flora y fauna, por sus saltos de agua y suelen ser lugares que sobrecogen cada vez que se contemplan. Sería muy difícil clasificar cuál es el más impresionante de todos, pero sin miedo a equivocarme me atrevería a decir que el cráter de Ngorongoro, en Tanzania, es uno de los tres paraísos Naturales de mayor belleza del Mundo.
NGORONGORO: El cráter es un lugar prácticamente único en el mundo, ya que sin ser el más grande de los cráteres terrestres, si es incomparable en cuanto a la flora y cantidad de fauna que alberga. El cráter es un coloso de casi 20 km de diámetro en su punto más ancho que ocupa una superficie de cerca de 400 km2. El anillo del cráter tiene una altura media de 2.300 metros sobre el nivel del mar, teniendo unos 1.700 metros dentro de la caldera. Desde dentro, estos 600 metros de desnivel producen un efecto impresionante. Algo imprescindible para el visitante es, desde el centro de la caldera, mirar a su alrededor 360º y darse cuenta de que efectivamente está dentro de un cráter, y además intentar imaginar el tamaño que tenía la montaña antes de explotar (los vulcanólogos afirman que tendría una altura mayor que el Kilimanjaro). Pero además lo increíble de este lugar es que en una superficie relativamente pequeña, podemos encontrar distintos biotopos que hacen que su fauna sea aún más rica: desde los bosques primarios de sus faldas, el clima de montaña del anillo, y ya dentro del cráter la sabana boscosa del bosque de Lerai, las charcas de Gorigor, los manantiales de Ngoitokitok , las llanuras de Ilturot Lorkereyan, el Lago Magadi, las colinas de Ndoinyo Olkaria, arroyos, riachuelos…
La primera visión del cráter es inolvidable. La primera vez que visité el cráter tuve la suerte de llegar desde la vecina reserva de caza de Loliondo. Era marzo y todas esas llanuras de Loliondo y Ang’ata Ilkarian estaban repletas de ñúes y cebras que peregrinaban en su migración. El ascenso desde Ndutu es espectacular, por unos valles que por aquél entonces estaban repletos de flores, cigüeñas y jirafas, y además según se iba subiendo aumentaba la perspectiva de la inmensidad del Sur de Serengeti. La antesala al cráter son unos valles gigantescos coronados por el Lemakarot (3.133m), y en los que hay unas preciosas bomas masai. Y entonces aparece: una visión que estremece y te encoje, y sientes ese tipo de emociones que tan sólo África es capaz de transmitirte. Cada vez que vuelvo y veo de nuevo esa vista, pienso que no puede haber un lugar o un paisaje más hermoso que éste.
Buenas!
He visto documentales en la tele sobre este lugar y la verdad que me encataría vistarlo, ya que me parece increible un cráter lleno vida animal.
Saludos,
Ra